Entrevista a extrabajadora de Cruz Roja

 


Entrevista a extrabajadora de Cruz Roja en un centro para personas vulnerables, ubicado en la antigua cárcel de Santa Cruz de Tenerife, "Tenerife 1", en la que actualmente viven mujeres, niñas y niños, adolescentes y personas con enfermedades graves.


- ¿La policía nacional suele acudir al centro a menudo?

Sí, ya que hay unos protocolos de actuación en los que muchas veces se solucionan los conflictos llamando a la policía y por las noches, por ejemplo, no hay personal de mediación.

Además de ese, hay protocolos de Cruz Roja que están generando muchísimos problemas:

Hay un protocolo en el que se establece que no pueden tener comida en el centro, ni en las habitaciones ni en ningún otro sitio y sólo pueden comer a las horas establecidas.

El tema de la ropa es una locura, en este centro hay un almacén tan lleno de ropa que casi no puedes abrir la puerta y estamos hablando de donaciones de ropa de marca (adidas, zara...) que le dan a cruz roja al final de cada temporada. Nunca se les daba esta ropa y muchas de las personas que viven ahí están con la ropa rota, sin tenis, caminando descalzos o en cholas.

Yo como monitora, les llevo ropa de mi casa, en el bolso “a lo calladito”, sin que nadie se entere, teniendo allí un almacén lleno de ropa.

Hay otro protocolo en el que establecen que si las personas usuarias no traen un ticket de compra, no pueden meter ropa dentro. Ellas no tienen dinero por lo que la ropa no se la pueden comprar, se la dan las vecinas y Cruz Roja no les deja meterla allí.


-¿Alguna vez las personas que viven ahí se han quejado de Cruz Roja?

Sí, las quejas son constantes. Una vez en este centro, todas las mujeres se pusieron en huelga eran unas 200 ó 300 mujeres con niños pequeños, iniciaron la protesta por cómo se les estaba tratando allí.

Respecto al tema de la comida hay un almacén también lleno de comida, que se va caducando sin dársela a las usuarias, cuando en la merienda, la mayoría de las veces sólo se les da una fruta o unas galletas o un yogurt. Mujeres adultas merendando una fruta o un yogurt, se morían de hambre. Esto también genera muchas quejas.


-¿Se han producido expulsiones?

Sí, una de ellas a una mujer embarazada que estuvo durmiendo en la calle un par de noches hasta que le perdimos la pista. No sabemos qué habrá sido de ella. Algunos monitores les hemos llevado mantas y comida a título personal, a las personas expulsadas que acaban en la calle, y sin que lo supieran nuestros jefes. El caso de esta chica salió hasta en la prensa. Y fue expulsada por llegar tarde y discutir con el de seguridad, que la agarró por el brazo y la insultó, esto derivó en el despido de ese hombre, así que no puede negarse.

- ¿Cómo están anímicamente las personas que viven ahí? ¿Hay psicólogos para acompañarles?

Son personas que vienen con unos problemas súper graves. Nosotros tenemos una psicóloga aquí, que habla perfectamente francés, porque es francesa, nunca la vi sentarse con ellos a decirle “¿Mira, cómo estás?” y eso que hemos tenido usuarios con problemas muy muy muy jodidos. Las únicas que les escuchamos, somos las monitoras.


-¿Cuáles eran tus funciones allí?

Pues a los monitores nada más nos tienen para lavandería, organizar los comedores y poco más. No hacemos actividades con ellos, las clases de español se suelen suspender... Imagínate en la cuarentena desesperados sin poder salir ni nada que hacer. Nada, ni sentarnos a hablar ni pintar, ni nada. Los monitores estamos allí para servir, nada más. Y somos los que deberíamos estar haciendo talleres con ellos.


-¿Cómo son las condiciones laborales de las trabajadoras?

Muy malas, estamos explotadas, cobramos el salario mínimo, las nocturnidades no se pagan. Y en el finiquito no me pagaron todo lo que me debían.


-¿Hemos detectado que hay menores y personas enfermas a las que no se les da atención médica, sobre esto tienes alguna información?

Sí, es cierto. No hay medios suficientes, son muchos usuarios y no hay personal para tantos usuarios, es una locura. La medicación la reparte una monitora, ya que Cruz Roja no quiere gastarse el dinero en contratar un enfermero. Y las veces que los podemos llevar a centros de salud muchos médicos se niegan a atenderlos, así que tenemos que ir con la ley fotocopiada en la mano que dice que todo el mundo tiene derecho a atención sanitaria, así que los acaban atendiendo para no cometer una ilegalidad.

Más de una mujer embarazada, que hay un montón, ha roto aguas allí y les tenemos que llevar nosotros en coche, no hay chofer, lo hacemos los monitores.

Ellas tienen sus revisiones, pero si se retrasan 10 minutos en estar listas, ya no las llevan a revisión.


-Y en cuanto a los niños, ¿Están escolarizados?, ¿Hacen actividades allí?

No, no están escolarizados, simplemente los monitores les dábamos clases de español a veces. Hay niños que llevan más de seis meses ahí sin escolarizar.


-¿Hay traductores y asesoría legal?

No, ninguna de las dos. Las trabajadoras sociales o las psicóloga a veces hablaban con ellos para intentar resolver las dudas, pero no era información fiable.

Comentarios

  1. Muchas gracias a la Asamblea y a la entrevistada por haber tenido el valor de compartir lo que está pasando en el centro.

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  2. Gracias, esto es muy grave.
    Hay que denunciar mas estos casos, que se haga público. Comparto el artículo. Gracias.

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  3. Inhumanidad total!!! Y todo oculto con tantos medios y periodistas más los dueños comerciantes de los medios y no dicen nada. Esto hay que denunciarlo, gritarlo y vociferarlo si es necesario YA!!!!

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