EL RACISMO DISPARA

Sonidos de guerra, control bélico, violencia institucional y racismo disparado en los campamentos.

Después del fuerte altercado de hace dos días provocado por el encierro ilegal en los campamentos, la policía decidió irrumpir de nuevo ayer en mitad de la noche en Las Raíces. De nuevo usando las escopetas de balas de goma, intentando generar pánico mediante el dolor, los sonidos de guerra y las luces en mitad de la noche.

Estrategias de sometimiento en guerra. El control policial a través del pánico. Y de nuevo, acuden dos ambulancias a trasladar al hospital a los chicos que han sido heridos por la policía y otros 6 son detenidos, a lo largo de la noche y del día de hoy, pues se están encargando de expulsar a quienes generan protestas.

¿Y cómo no protestar? ¿Cómo no estar harto? Están encerrados, durmiendo en literas en las que no caben de lado, donde no pueden girarse ni cambiarse de postura y duermen 60 personas en menos de 30 metros cuadrados.

También hambrientos, ya que las raciones de comida son escasas, de mala calidad y como ya hemos visto en otras ocasiones, a veces en mal estado. Hasta ACCEM admitió que la comida era “deficiente”.

Enfermos, doloridos, apaleados y sin atención sanitaria. Dos médicos para casi 2.000 personas y cinco enfermeros para todos los turnos, de lunes a domingo.

Hastiados, cansados de esperar y ver su vida pasar sin que sus derechos más básicos sean respetados ni sus necesidades más básicas cubiertas.

Olvidados, tristes, desesperados, gente joven a quienes les están robando los sueños, la salud y el tiempo.

La gente de Las Raíces se encuentra en un túnel de dirección única que parece desembocar en la muerte, bien por omisión de responsabilidades, bien por decisión de los responsables, a menos que esta barbarie se frene a tiempo. Porque volver, la mayoría no tiene a dónde volver; y porque la incertidumbre, la discriminación y la desesperanza, matan. Y tan cierto es esto, que las autolesiones y los intentos de suicidio son diarios y constantes en el campamento de la vergüenza.

¿Sabías que todas las personas tenemos los mismos derechos?

Seamos migrantes o no, tenemos los mismos derechos. Y el Estado, a manos de la policía y las ONGs, viola sistemáticamente estos derechos.

La RAE define terrorismo como “creación de un clima de terror e inseguridad susceptible de intimidar a los adversarios o a la población en general” o “sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror”. Cuando q
uien ejecuta es el Estado, se llama Terrorismo de Estado.


¡BASTA!

¡BASTA de someter, humillar, apalear, desnutrir, maltratar, detener, deportar, violentar e infundir terror a nuestros compañeros!

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